Ritmo Suave

Le es agradable el olor a humedad cuando pisa el porche de madera. Lo nota en los pies y lo huele. También escucha a los pájaros, que siguen cantando. Se pregunta qué dicen, o para quién cantan. Le gustan mucho sus voces. Ojalá no dejaran de cantar. También el viento se suma a ese gozo de los sentidos, acariciando su piel, despeinando su pelo.
Ella lo disfruta, dejándose hacer. Le gusta permanecer y que la naturaleza la moldee a su gusto. Se ríe. Todo es tan absurdo.

Vuelve a pensar que quiere cantar. Pero no sabe qué. Busca esa canción que quiere descubrir, esa de la que no se canse nunca, esa que diga lo que quiere decir, aunque aún no lo sepa. Quizás tendrá que componerla ella, pero… no sabe si tendrá fuerzas, si será suficiente. Hoy, ahora, es suficiente.

No muestra entusiasmo, pero está entusiasmada. ¿Por qué no? ¿Vergüenza? ¿Pudor? Siempre lo ha sentido. A veces es muy rara.Da miedo salir de casa. Da miedo el verano. Da miedo la vida. Da miedo todo. Pero contigo, nada.
¡CANTA, CORAZÓN! Esa es la única parte de la canción que conoce.

kI LO sAP. info@blancamonserrat.es